Tue, 19 Mar 2024 07:56:36 -0500
07:56 | Lima, mar. 19.
Por Kelly Cárdenas Ortega
Directora del Archivo Histórico del Archivo General de la Nación. Experta desde 1987, ha liderado proyectos de digitalización y difusión de documentos históricos. Su visión es posicionar el archivo como garante de derechos ciudadanos, promoviendo su apertura a la sociedad y la formación de nuevos archiveros.
Inmersa entre legajos centenarios y documentos que susurran historias, la directora del Archivo Histórico del Archivo General de la Nación (AGN), Ruth Elena Borja, no solo custodia la memoria del Perú. Su pasión por la archivística la impulsa a convertir este espacio en un puente entre el pasado y el futuro, donde las historias cobran vida para inspirar, educar y motivar a la reflexión.
Su labor se embarca en proteger el patrimonio documental del país y democratizar el acceso a la memoria, acercándola a la población a través de exposiciones itinerantes, talleres educativos y la digitalización de archivos.
Reinterpretando el pasado
Su investigación sobre los testamentos de las mujeres indígenas revela una imagen distinta de la mujer colonial: una figura empoderada, propietaria de bienes y con un rol protagónico en la sociedad.
Para ella, la mujer tiene un rol fundamental en la construcción del futuro. A pesar de las limitaciones históricas, han logrado destacar en diversos ámbitos, desde las ciencias hasta las artes.
El camino de Ruth hacia el pasado se forjó durante su formación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí, bajo la guía de su mentora, Ella Dunbar Temple se sumergió en la investigación y el análisis de documentos históricos.
Su preocupación por la educación actual es evidente. La falta de civismo, la deficiencia en la enseñanza y la pobreza son algunos de los desafíos que enfrenta la sociedad peruana. En su labor como docente, ella no solo transmite conocimientos, sino también valores.
Memoria peruana
Bajo su dirección, dos unidades convergen en una misión: salvaguardar la memoria del Perú. Una funciona como faro, guiando a los ciudadanos hacia sus ancestros a través de documentos como partidas de nacimiento y registros de inmigrantes.
La segunda unidad se alza como una muralla contra el tráfico ilegal de documentos en un mundo digitalizado, luchando por proteger la memoria peruana, rastreando y repatriando documentos vendidos en la clandestinidad.
Los desafíos no la intimidan. La falta de presupuesto y un local adecuado son obstáculos que ella enfrenta con determinación. Un nuevo edificio en Pueblo Libre se alza como un sueño por cumplir, un espacio donde la memoria del Perú estará protegida y a la vez accesible para todos.
Su visión es clara: un archivo reconocido como garante de los derechos ciudadanos, donde la historia se democratiza y se pone al servicio del pueblo.
La labor de Ruth y su equipo no solo conserva el pasado, sino que lo convierte en una herramienta para construir un futuro mejor. Su pasión por la historia y su compromiso con la educación son ejemplos a seguir, inspirando a conocer el pasado, valorar el presente y construir un futuro más justo y equitativo.
Apasionante labor
La archivística, más que una simple técnica, es una carrera profesional con un amplio campo de acción. Organizar, describir, difundir y conservar son tareas fundamentales para los profesionales de archivos, quienes también defienden el patrimonio cultural y construyen la memoria colectiva.
La directora enfatiza que hay una gran demanda para los archiveros en la administración pública, donde se necesitan profesionales capacitados para gestionar los archivos de las diferentes entidades del Estado.
Ser archivero no es solo un trabajo, es una vocación. Un llamado a aquellos que sienten pasión por la historia, por la memoria y por el servicio a la sociedad.
«Es crucial que cada individuo, especialmente los jóvenes, se sumerjan en nuestra historia republicana y colonial, no solo a través de figuras destacadas, sino también a través de sucesos y personas comunes y corrientes. Debemos romper con la idea de que solo los personajes importantes hacen historia; cada uno de nosotros tiene la capacidad de dejar una huella en la historia.»
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