Es el último aliento por LaLiga. El del Real Madrid para cerrarla. Distanciarse once puntos en caso de triunfo con 18 por jugarse tras el clásico. La opción para centrarse en el reto de conquistar la decimoquinta tras tumbar al vigente campeón, el Manchester City, con la proeza del Etihad. Lanzado por el subidón de la tanda de penaltis que premió el ejercicio de resistencia. Con una incógnita por despejar en el gran desgaste físico.
Porque Carlo Ancelotti no tiene en mente cambios. Más allá del obligado en el carril izquierdo si opta por la precaución con Ferland Mendy que no completó el último entrenamiento. O de la inclusión, fresco de piernas, de Aurélien Tchouaméni, ausente en Mánchester por sanción, como central o mediocentro. Si es en la defensa, Nacho Fernández podría caer al lateral izquierdo donde aparece Fran García como principal opción con un argumento de peso en su contra, la falta de ritmo competitivo. Ni un solo minuto en un mes, apenas 23 minutos en los dos últimos meses.
La firmeza del Real Madrid en LaLiga, enlazando 25 jornadas sin perder, con una única derrota en la visita al Cívitas Metropolitano. El mejor local sin caer en una sola ocasión en el Bernabéu, donde cedió dos empates en quince encuentros. Argumentos de peso en favor del líder que, sin embargo, llega más condicionado en el físico que su eterno rival.
Un precedente en el que Ancelotti desvió la mirada a la 'Champions', probando de inicio con Luka Modric como falso 9, recibió un 0-4, ya con Xavi Hernández al mando del Barcelona. Le invita a no realizar cambios y apostar por la continuidad ante un rival que no ha perdido . Pese a la tentación de pensar ya en el Bayern Múnich por la amplia ventaja en Liga. Optará por buscar la sentencia para ya rotar en las próximas jornadas.
Con Andriy Lunin en pleno esplendor tras ser el héroe en Mánchester con su firmeza y las dos paradas en la tanda de penaltis, el regreso de Tchouaméni y la confianza en la vuelta de la mejor imagen de Jude Bellingham en un día especial. Dio el triunfo en el clásico de la primera vuelta con un estreno a lo grande. Un doblete que volteó el marcador. Estancado en los 20 tantos en su temporada desde el 10 de febrero, quiere volver a ser decisivo en un ataque con Vinícius, que hizo un triplete en el último clásico en la Supercopa, y Rodrygo Goes, reconciliado con el papel de goleador.
También el último aliento del Barcelona que no puede permitir que la desventaja aumente a once puntos con 18 por disputarse cuando salga del Bernabéu. Con el único objetivo de reabrir la lucha por el título, llega más exigido a la cita. No solo por su situación en el campeonato, sino por la necesidad de responder a la reciente eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones frente al Paris Saint-Germain (1-4), tras desaprovechar una ventaja de dos goles en la eliminatoria, en un encuentro en el que pagó sus errores defensivos.
Todo lo que no sea una victoria, a poder ser por más de dos goles para recuperar el golaveraje particular después de perder el duelo de la primera vuelta (1-2) en noviembre, dejará al equipo de Xavi Hernández sin ningún objetivo en la temporada más allá de asegurar su participación en la próxima edición de la 'Champions'.
Con todo, el Barça también tiene razones para la esperanza, ya que el cuadro catalán ha sumado 26 de 30 puntos posibles en LaLiga y es el único equipo de la competición que sigue invicto como visitante, con nueve victorias y seis empates.
El FC Barcelona ha perdido los tres últimos clásicos, aunque de manera muy distinta: arrollado en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey del curso pasado (0-4), superado en el encuentro liguero de la primera vuelta tras marcar primero y dominar el juego (1-2), y barrido en la Supercopa de España (4-1).
En este último enfrentamiento, los de Xavi, descoordinados en la presión y tibios en el área, fueron acribillados por las transiciones del Real Madrid y se vieron sorprendidos por la posición interior de Vinicius, que neutralizó la estrategia del técnico egarense de desplazar a Ronald Araujo, su mejor marcador, al lateral derecho.
Esta vez se espera que el uruguayo forme en el eje de la zaga en una alineación que presentará pocos cambios respecto al once del jueves contra el PSG, con la principal incógnita de si Sergi Roberto y Andreas Christensen regresarán al centro del campo en detrimento de Pedro González 'Pedri' y Frenkie de Jong para dar equilibrio al equipo.
El Barcelona deberá recuperar la solidez defensiva que le había caracterizado en los últimos tiempos, mientras que en ataque sus opciones pasarán, en gran medida, por el desequilibrio de Lamine Yamal y el buen momento de Raphinha, que ha marcado cuatro goles en los últimos cuatro partidos. Xavi contará con las únicas bajas por lesión de Pablo Páez Gavira 'Gavi' y Alejandro Balde, mientras que recuperará a Íñigo Martínez, Joao Cancelo y Robert Lewandowski, que se perdieron el último duelo liguero contra el Cádiz por sanción.
Alineaciones probables:
Real Madrid: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Fran García; Tchouaméni, Kroos, Fede Valverde, Bellingham; Vinícius y Rodrygo.
Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Araujo, Cubarsí, Cancelo; Christensen, De Jong; Gündogan, Raphinha; Lamine Yamal y Lewandowski.