Para José Cuenca, neuropsicólogo del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), existen hormonas y neurotransmisores que pueden ayudarnos en esa tarea.
Disfrutar del abrazo de su hijo, pasear en bicicleta con la familia, ver una buena película, ir a bailar o mantener una agradable conversación con los amigos son acciones que nos ayudan a tener una vida más placentera, alejándonos del estrés diario y las preocupaciones ordinarias. Curiosamente, todas estas interrelaciones ponen en acción las denominadas «hormonas de la felicidad»
¿Qué es la felicidad?
Para el licenciado Cuenca, la felicidad es un estado emocional de una persona que se manifiesta al haber alcanzado metas, deseos, propósitos o, por alguna situación en particular, que promueve el bienestar anímico.
La felicidad, agregó, es una de las seis emociones básicas con las que cuenta el ser humano (miedo, tristeza, ira, sorpresa y aversión) para la supervivencia como especie.
«La felicidad se caracteriza por un incremento del ánimo que es ocasionada por una motivación particular o especial que se da en nuestro modo de vivir o en las actividades diarias que se realiza», precisó Cuenca en el programa Salud y Bienestar de la Agencia Andina.
¿Cuáles son los químicos de la felicidad?
De acuerdo con el especialista, existen en nuestro cerebro cuatro neurotransmisores conocidos como serotonina, endorfina, oxitocina y dopamina, que segregan sustancias químicas capaces de estimular un estado de felicidad en el cuerpo.
Serotonina
Es un neurotransmisor que se sintetiza en nuestro cerebro y tiene como función producir estados de relajación, bienestar, satisfacción, además de aumentar la concentración y la autoestima.
A fin de mantener los niveles altos de serotonina se aconseja tomar el sol, hacer ejercicios al aire libre, mantener una alimentación saludable y pensar en recuerdos felices o situaciones agradables.
«Las personas que visualizan experiencias agradables o recuerdos bonitos tienen un mejor estado de ánimo a diferencia de los que, por lo general, están pensando en cosas negativas. Ayuda mucho también poner nuestra atención en palabras o frases célebres que generen ánimo incluso melodías alegres que representen esperanza».
Endorfina
Sustancia química producida de forma natural por la glándula hipófisis en el cerebro. Esta hormona estimula la sensación de placer, bienestar, reduce el dolor físico y el estrés por lo que se le conoce como la morfina natural del cuerpo.
Para estimular la producción de endorfina, es necesario realizar actividad física o sexual; también se puede lograr a través del consumo de ciertos alimentos como el chocolate o la comida picante por que generan una sensación de placer en el cuerpo.
«Ciertos alimentos pueden estimular la producción de endorfinas como el chocolate o el ají; la comida siempre está asociada a un estado de relajación, tranquilidad, calma, sosiego, paz y placer para muchas personas», refirió.
Oxitocina
Este neurotransmisor permite generar vínculos con otras personas siendo más empáticos, generosos y amables reduciendo los niveles de rabia y agresión con nuestros semejantes.
«La oxitocina disminuye los índices de violencia que tanto nos preocupa en la sociedad. Entonces, es importante trabajar con los niños el tema de la empatía porque, si nosotros alimentamos este proceso desde la infancia, evitaríamos en el futuro adultos agresivos y violentos», aseveró.
El especialista recomendó a las familias participar de campañas sociales porque además de compartir y ayudar a los más necesitados se logrará elevar los niveles de felicidad y disminuir los de tristeza o melancolía que pudiera estar atravesando la persona.
Dopamina
Es un neurotransmisor que al liberarse causa una sensación de placer y motivación, además, de intervenir en los procesos de aprendizaje y de memoria.
Para estimularla es necesario hacer ejercicio regularmente, cooperar con los demás, escuchar música, practicar la gratitud, leer, investigar y dormir entre 7 y 9 horas.
Niños felices
En otro momento, el neuropsicólogo aseveró que es importante que los niños tenga experiencias y recuerdos favorables sobre todo en los siete primeros años de vida porque, de esa manera, logrará ser un adulto sano tanto física como mentalmente.
«El tener experiencias felices sobre todo en los siete primeros años de vida, que es el periodo crítico del desarrollo, los ayudará a sobreponerse mejor a posibles estados de depresión o tristeza que inevitablemente toda persona experimenta en su vida», finalizó.
Así que ya lo sabe, el secreto para tener más momentos satisfactorios y alegres durante el año 2024, apunte las diferentes formas de acrecentar sus hormonas de felicidad, pero sobre todo, póngalas en práctica.