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11:02 | Lima, abr. 14.
¿Qué niño, niña, adulto mayor o persona con discapacidad no está al cuidado de una mujer? En la mayoría de los casos es la mamá, la esposa, la hermana, la hija o una trabajadora del hogar la responsable de velar por el bienestar de los más vulnerables. ¿Es valorada esta labor? ¿Es necesario que las mujeres asuman esta función de manera exclusiva?
De izquierda a derecha: Daniela Forte (UE), Luis Puentes (AECI), Clea Guerra y Sofía Carrillo (Cladem-Perú).
El Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem – Perú) ha lanzado la campaña «¿Nos toca?»: cuidemos en igualdad, vivamos sin violencia, a fin de mostrar el impacto que tiene en la economía y la sociedad este trabajo invisible y no remunerado.
Y es que los datos son reveladores. Según estudios realizados, las peruanas dedican un promedio de 27 horas semanales más que los hombres a actividades de cuidado no remuneradas (IEP-2022), y se estima que el valor monetario atribuido a este tipo de trabajo, representa el 20.4% del Producto Bruto Interno (PBI) (IEP/Flora Tristán-2023).
La campaña llamará la atención sobre estas tareas, asumidas como algo «natural» por muchas mujeres debido a que las familias, las comunidades y la sociedad sostienen que ese es su rol: cuidar, alimentar, velar por la salud o acompañar, explicó la coordinadora nacional de Cladem-Perú, Clea Guerra Romero.
«Nos interesa poner en la agenda pública si en verdad las tareas de cuidado son exclusivas de las mujeres. Hasta el momento no se están midiendo las consecuencias que tienen en nuestras vidas. Si se asume que solo deben estar en nuestras manos, se sigue perpetuando un rol que, si lo incumplimos, nos exponemos a situaciones de maltrato o a problemas de frustración por no desarrollar nuestras actividades personales«, comentó.
Red de servicios de cuidados
Para Liz Meléndez, integrante de Cladem- Perú y directora del Centro Flora Tristán, la campaña también busca que el Estado diseñe e implemente un Sistema Nacional de Cuidados que garantice el derecho de quienes merecen recibir cuidados, cuidarse y cuidar.
En el 2022, recordó, el Ministerio de la Mujer (MIMP) aprobó una resolución ministerial que establece la conformación de un grupo sectorial encargado de elaborar una propuesta de creación del Sistema Nacional de Cuidados, con enfoque de género.
Meléndez también se refirió el reciente archivamiento, en el Congreso de la República, de una iniciativa legislativa que promovía el reconocimiento del derecho al cuidado y la creación del mismo sistema.
«Necesitamos servicios articulados de atención de los cuidados de niños, niñas, personas con discapacidad o adultos mayores; acciones y políticas de concientización para que disminuya la tolerancia social a la exclusividad del cuidado en manos de las mujeres».
Visibilizar los cuidados
Por su parte, Lisbeth Guillén, integrante del Movimiento Manuela Ramos, que también forma parte de Cladem, refirió que la campaña quiere mostrar que las actividades necesarias para el mantenimiento de la vida y la salud de personas vulnerables, relegadas al ámbito doméstico, continúan siendo atribuidos a las mujeres.
«La sociedad sigue asumiendo que estamos obligadas al cuidado de personas enfermas, adultas mayores, y como el Estado aún no ofrece servicios que nos liberen de esta responsabilidad, las familias ya ven como resuelven sus problemas», precisó.
Indicó que en la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (INEI-2010) se encontró que las mujeres peruanas de la costa dedican 40 horas a las tareas de cuidado, mientras que en zonas rurales son 50 horas. «Este tiempo no se valora, a pesar de que aportan a la economía nacional»
Finalmente, el representante de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Luis Puentes, manifestó que la iniciativa tiene la finalidad de contribuir a mejorar las relaciones entre hombres y mujeres y a lograr que los cuidados dejen de ser históricamente invizibilizados, porque el tiempo es igual de valioso para ambos.
«Es importante darnos cuenta que los cuidados son positivos, que por estar tradicionalmente asociados a las mujeres tienen una connotación de cariño, de amor, de aproximación. Pero eso no quiere decir que deban continuar sin ser reconocidos porque, gracias a ellos, el mundo sigue produciendo riqueza», indicó.
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